dimecres, 5 d’octubre del 2011

EFECTO BOOMERANG


Un viejo samurai fue retado por un luchador mucho más joven.
Antes del combate, el joven trató de humillar al viejo con insultos para que éste sacara la espada primero y así vencerlo, pero el viejo no se inmutó. Tras varias horas de provocación inútil, el joven se cansó y se marchó derrotado. Cuando un alumno le preguntó al viejo samurai por qué se habia dejado humillar así, éste le contesto: "Cuando la rabia y los insultos no son aceptados, continuan perteneciendo a quién los carga consigo", Todo lo que damos, regresa a nosotros. Si, en lugar de ofender, ofrecemos buen humor y comprensión, los demás nos recompensarán con creces.