diumenge, 26 d’abril del 2015

NADA ES ABSOLUTO

Un pobre, pero muy sabio, anciano chino estaba trabajando en el campo con su hijo, cuando éste se acercó a él muy triste:"¿Padre, qué desgracia tan grande, se nos ha escapado el caballo!".  Lejos de compadecerlo, el anciano le respondió:"¿Por qué le llamas desgracia?Esperemos a ver que pasa":

A los pocos días, el caballo habia regresado y venía acompañado de otro. Rápidamente, el muchacho fue a ver a su padre y le dijo:"Qué suerte hemos tenido. ahora tenemos dos caballos".Pero el anciano, enigmático como siempre, le respondió:"¿Por qué crees que hemos tenido suerte? Esperemos". El joven quisó montar el nuevo caballo y, no estando acostumbrado a llevar jinete, lo tiró al suelo rompiéndole la pierna."Padre, qué desgracia, me he roto la pierna", se lamentaba y su progenitor le dijo:"¿Por qué?Esperemos a ver que sucede".

El joven lo entendió todo cuando, a la semana siguiente, pasaron por el pueblo soldados enviados por el rey para reclutar tropas y, al verlo en tan lamentable estado, lo dejaron en casa. Y es que no hay nada absoluto, lo que creemos bueno puede convertirse en malo y viceversa. Sólo hay que confiar en que las cosas sucedan con un fin positivo en nuestras vidas.

dimarts, 14 d’abril del 2015

La Mujer Perfecta

Nasrudin y su amigo hacía mucho tiempo que no se veían y, mientras tomaban un té, hablaron de lo divino y de lo humanoy rememoraron cómo habían transcurrido sus vidas. Omar le contó que era muy feliz con su mujer, que le había dado tres hijos maravillosos. Como Nasrudin no explicaba nada sobre su estado civil, su buen amigo le preguntó:( Entonces, ¿nunca te has planteado casarte?).
                       Tras permanecer un rato callado, le confesó:( En mi juventud, decidí buscar a la mujer perfecta que tenía en mente.Crucé las dunas del desierto, llegué a Damasco y allí conocí a una muchacha muy religiosa y de gran belleza, pero no tenía ningún interés por las cosas de este mundo. Un tiempo después, atraído por los jardines del palacio de Ghehel Sotún, encaminé mis pasos a otra gran ciudad, Isfahan. Paseando, encontre una mujer que conocía lo material y lo espirítual, pero desgraciadamente no era bonita. Entonces viajé al Cairo. Allí uno de mis mejores clientes me invitó a cenar en su casa, donde me sentaron al lado de una joven preciosa, religiosa y conocedora de todo lo terrenal". "¿ Y te casaste con ella?, la preguntó ilusionado Omar. A lo que Nasrudin respondió:" Ah, compañero, lamentablemente ella también soñaba con un hombre perfecto".

dissabte, 4 d’abril del 2015

PREDICANDO CON EL EJEMPLO

Una madre muy preocupada por la salud de su hijo, de 6 años, fue con él a casa de Mahatma Gandhi y le suplicó lo siguiente:" Le ruego, Mahatma, que le pida a mi hijo que deje de comer azúcar. Él es diabético y, cada vez que toma un terrón, pone en riesgo su vida. Yo lo he intentado de mil maneras, pero no me hace caso. Sé que a usted sí lo escucharía porque lo admira mucho".
                 Después de reflexionar unos minutos , Gandhi le dijo:" lo siento, señora, en este momento no puedo hacer lo que me pide. Tráigame a su hijo dentro de 15 días".
                 Algo sorprendida pero convencida de que el hombre sabio tenía sus razones, hizo lo que le pedía. En su segundo encuentro, Gandhi miró al niño a los ojos y le habló con autoridad:" Muchacho, deja ya de comer azúcar. Tú quizás no lo entiendes, pero te está haciendo daño".
                 Muy agradecida, pero extrañada por la manera en que había actuado, la madre le preguntó a Mahatma:¿Por qué hemos tenido que esperar dos semanas para que usted hablara con mi hijo? Podría haberlo hecho el primer día". A lo que Ghandi respondió:" Hace 15 días, yo aún comía azúcar".