Dice san Pablo, en su primera carta a los Corintios...
Si yo hablara las lenguas de los hombres, y de los ángeles pero no amara...
...Si tuviera el don de la profecia y todo el conocimiento; y si tuviera tanta fe
que fuera capaz de mover montañas, pero no amara, no seria nada.
Partiendo de esta idea podriamos decir que:
La inteligencia sin amor nos hace perversos
La justícia sin amor nos hace implacables
La diplomacia sin amor nos vuelve hipócritas
El éxito sin amor nos hace arrogantes
La riqueza sin amor nos vuelve avariciosos
La docilidad sin amor se convierte en servilismo
La pobreza sin amor nos hace orgullosos
La belleza sin amor nos vuelve ridículos
La autoridad sin amor nos convierte en tiranos
Orar sin amor nos vuelve introvertidos
La ley sin amor nos esclaviza
La fe sin amor nos vuelve fanáticos
La cruz sin amor deviene una tortura
LA VIDA SIN AMOR... NO TIENE SENTIDO
