dissabte, 31 de juliol del 2021

CINCO JARDINES PATRIMONIO DE LA UNESCO

 

Los cinco jardines españoles que son Patrimonio Mundial de la Unesco



Jardines del Generalife (Alhambra, Generalife y Albaicín de Granada)

La Alhambra es uno de los monumentos más visitados de España, y obtuvo la distinción de la Unesco en 1984 junto con lo que se considera su hermano menor: el Generalife, un espacio que cuenta con espectaculares jardines ornamentales, huertos y patios, que representan a la perfección la arquitectura y pasajismo musulmán. Estos jardines se caracterizan por su uso del agua a través de fuentes, acequias o albercas; el uso de una planificación geométrica; o la apuesta por árboles de un tamaño máximo de 3 metros, para no entorpecer las vistas. Son un anticipo del paisaje renacentista italiano. Como curiosidad, para mantener los jardines en su máximo esplendor se emplean más de 80.000 plantas de flor al año.



Park Güell (Obras de Antoni Gaudí)

El Park Güell es un jardín construido entre 1900 y 1914 que integra un gran número de singulares elementos diseñados por Antonio Gaudí, y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984, junto a otras grandes obras de este artista. El parque, que está compuesto por un total de doce hectáreas de superficie, cuenta con diferentes espacios verdes, entre los que destacan los Jardines de Austria, un espacio que iba a ser destinado para viviendas en la primera concepción del proyecto de Gaudí, una ciudad-jardín al estilo inglés, y que fue convertido en el mayor parque de Barcelona. La vegetación está compuesta por una gran variedad de especies, como olivos, robles, pinos, algarrobos o plantas aromáticas, como el romero o la lavanda. Además, el Ayuntamiento de Barcelona aplica al Park Güell un modelo de jardinería ecológica que favorece los procesos naturales de los ecosistemas.

 


Reales Alcázares (Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla)

El Archivo de las Indias, la Catedral y el Real Alcázar en Sevilla fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987 como piezas clave de la civilización almohade y de la Sevilla cristiana. Los jardines del interior de los Reales Alcázares tienen una superficie total de 70.000 m² y hoy en día son un conjunto que abarca gran parte de la historia y los estilos de la jardinería como resultado de la fusión de culturas. Los situados en la parte occidental se consideran renacentistas y están decorados con fuentes y portadas manieristas. Esta espectacularidad los ha llevado a convertirse en un gran reclamo para grandes producciones cinematográficas, como la exitosa serie «Juego de Tronos».



Palmeral de Elche

Más de 200.000 ejemplares de palmeras y otros 50.000 que se encuentran esperando a ser plantadas constituyen el Palmeral de Elche, que tiene el récord de ser el palmeral más grande de toda Europa. No fue hasta el año 2000 cuando la UNESCO lo reconoció como Patrimonio Mundial, ya que es un ejemplo perfecto de las técnicas agrícolas que se utilizaban en Europa, que agrupa este conjunto de palmeras con complejos sistemas de riego con más de trece siglos de historia a sus espaldas. Uno de los criterios en su designación fue el ser un ejemplo eminente de formas tradicionales de asentamiento humano o de la interacción entre el hombre y su entorno natural.



Jardines del Palacio Real (Paisaje cultural de Aranjuez)

El último espacio de esta lista en ser considerado por la Unesco como Patrimonio Mundial fueron los Jardines del Palacio Real de Aranjuez, en el año 2001, que junto con el palacio conforman el Paisaje cultural de Aranjuez. Todo esto es debido a una gran combinación de la mano del hombre y la acción de la naturaleza. Entre el conjunto de jardines que lo conforman, cada uno representativo del estilo de la época en la que se construyeron, destaca el Jardín del Príncipe, ordenado por Carlos IV y el de mayor extensión. En ellos se puede ver una gran variedad de especies de árboles diferentes, como plátanos, ahuehuetes, pacanos, caquis de Virginia o cipreses entre otras muchas especies. Gracias a la espectacularidad del completo se ha ganado el apodo de «el pequeño Versalles».

Día Internacional del Patrimonio Mundial: Los cinco jardines españoles que son Patrimonio Mundial de la Unesco (abc.es)

dissabte, 10 de juliol del 2021

EL RESPETO, EN LA UCI

 


El respeto también está amenazado de extinción

Buena parte de los males que aquejan a nuestra sociedad y al planeta se debe a la pérdida de ese valor fundamental que apuntala todas las convivencias, las pacifica, mejora y dignifica


Cuando una civilización se resta a sí misma de lo que le permite ser. Cuando una sociedad tiende a la mezquindad por olvidar a los que más la sostienen. Cuando, en fin, la demoledora codicia de los listos acumula tanto en tan pocos. Cuando el más soez de los cotilleos sustituye a la información y el insulto al saludo inclinando la cabeza. Cuando la hospitalidad también está en la UCI. Entonces, el respeto resulta tabla de náufrago.

 

Porque el respeto es la raíz de todas las convivencias. Es la efectiva y afectiva aceptación de las muchas igualdades que nos hermanan a los otros, sean o no humanos. Supone no mismo exigir la suficiente transparencia no solo en aguas y aires, base de toda salud, sino también en lo que nos permite comprender a través de diálogos tan sustituidos por contiendas.

Precisamente por eso, respetar es respetarse. Algo imprescindible cuando son tan aireadas, consentidas, publicitadas las posiciones de privilegio. De hecho, poco, o nada, crece tanto como las desigualdades que nos llevan a soledades crecientes e imperialistas mentiras.

Por todo ello, estimo imprescindible recordar que nada ha creado mejor la inteligencia que el respeto. Algo que parte de ser consciente, insisto, de las infinitas confluencias y coincidencias, procedencias y pertenencias que compartimos todos los seres vivos. Obviamente, todavía más los que forman una determinada especie. Recordemos que la ecología y la ética han demostrado que somos, como adelantó en verso inolvidable Garcilaso de la Vega, los demás.

Cuando se es capaz de respeto, no se traspasan las famosas líneas, de varios colores y siempre demasiado delgadas, que también han sido creadas por la misma inteligencia. La hoy tan acaparada por su contrario. Por eso gana por aplastamiento el todo vale. Y vale porque el todo, la vida misma, no vale nada.

 

El respeto, por mucho que apuntala todas las convivencias, las pacifica, mejora y dignifica, nunca ha pasado de la fase inicial, la de los buenos propósitos. Nunca hemos conseguido generalizarlo como primer empeño de nuestra conducta. Sí, por el contrario, ha sido muchas veces destruido. Por eso siempre está en proceso de reparación.

Los derechos humanos y de los animales, el pensamiento ecológico, parte significativa de las filosofías orientales y el humanismo progresista, son los hospitales, por desgracia hospitalizados, donde se intenta curar las más graves enfermedades que nos aquejan. Desprecio, supremacismo/racismo, machismo, sexta gran extinción y asfixia de la misma atmósfera son, en efecto, encadenadas pandemias por falta de respeto.

De hecho, somos incapaces, todavía, de un generalizado respeto mutuo y estamos lejísimos del que necesitamos mantener con nuestro derredor. Con todo, la actualidad nos destroza con el colmo de agresiones al respeto.

Junto a la mucha compasión que hemos comprobado funciona a la hora de asistir a los infectados por la última pandemia, hemos padecido y padecemos una descomunal falta de respeto por parte de los muchos que no han tomado las precauciones debidas para no contagiarse ni contagiar. El despropósito alcanza dimensiones de lo lelo y cruel cuando la falta de respeto se hace en nombre de una libertad individual que se la están quitando incesantemente a sus iguales. El respeto parte precisamente de la verdadera libertad, que

consiste, precisamente, en todo lo contrario, es decir, el reconocimiento de la de los y lo demás En  poner límites para uno mismo en lugar del "lo hago porque me da la gana" que acapara el presente.

De la misma forma que, insisto, respetar es respetarse, el que falta al respeto es el verdaderamente ultrajado por privarse voluntariamente del placer de confluir con sus iguales. Para la mejor filosofía moral, el taoísmo, el agua siempre ha sido un modelo a imitar. Se trata de comportarse como los afluentes con el curso principal de los ríos. Unos y otros son aguas que fluyen, pero que al imbricarse hacen el cauce más caudaloso, es decir, más rico, más lleno de vidas.

Mucho, o todo, de lo comentado se debe al casi total olvido del origen de la palabra. Etimológicamente, 'respeto' quiere decir mirar hacia atrás. Es decir, tener en cuenta lo pasado. Ese que incluye el origen, el terruño, los ancianos, la Historia, especialmente la de la misma vida, es decir, la natura. A la que, por cierto, en otros tiempos se le pedía permiso para obtener de ella la supervivencia y hasta perdón por hacerlo.

Escrito por Joaquín Araújo



dijous, 1 de juliol del 2021

10 DE LOS PUEBLOS MAS BONITOS DE CATALUNYA

 


1. Banyoles (Gerona).

Es la población con mayor nivel económico de Cataluña, y por añadidura, casi de España, aunque paseando por las calles casi no se nota. Sí que es evidente el bienestar del municipio, lo agradable que es y, sobre todo, el lago, en el que pueden hacer varias actividades. Es el principal reclamo turístico. Además, para emociones más extrañas, está el famoso y polémico Museo Darder.


2. Tossa de Mar (Gerona).

No nos movemos de Gerona, pero esta vez nos vamos a la Costa Brava para adentrarnos en este curioso pueblo amurallado, con torreones del siglo XII, y con playas y calas de aguas cristalinas. Un verdadero paraíso para el turista. Además, es el municipio de los Tonis, los amigos del futbolista de cómic Eric Castel


3. Miravet (Tarragona).

A los pies del río Ebro se encuentra este bello y tranquilo pueblo en el que destaca su castillo medieval. Una buena opción para desconectar del mundanal ruido de la ciudad. Tan poco ruido hay que en él todavía funciona el único transbordador sin motor que existe para cruzar el río de orilla a orilla.


4. Besalú (Gerona).

La entrada a Besalú no puede ser más espectacular. Tendremos que cruzar sobre el río Fluviá a través de un puente románico con pequeñas torres medievales. Solo así se puede acceder al casco urbano, lleno de vestigios históricos, sobre todo judíos, pero también cristianos con alguna abadía que merece la pena visitar.


5. Cadaqués (Gerona).

El pueblo de Dalí por excelencia es Cadaqués.Lugar muy habitual para veranear de famosos, es la quintaesencia de pueblo de la Costa Brava. Es un lugar de pescadores, casi aislado entre el mar y la montaña. Pero el pintor surrealista fue su mejor publicidad. Las casas blancas y las calles empedradas son de lo mejor del litoral catalán.


6. Taüll (Lérida).

Bien podríamos decir que la capital de la España románica es la comarca del Pallars Sobirà. Es donde podemos encontrar la célebre y preciosa iglesia de Sant Climent de Taüll y su archiconocido pantocrátor. Además de arte, aquí hay mucha naturaleza, ya que el pueblo se encuentra a los pies de los Pirineos.


7. Peratallada (Gerona).

En la comarca gerundense del Baix Empordà encontramos esta joya de apenas medio millar de habitantes declarada Conjunto Histórico-Artístico por ser uno de los núcleos de arquitectura medieval más importantes y mejor conservados de Cataluña.


8. Castellfollit de la Roca (Girona).

¿Cómo ha sido posible poder edificar ahí? Será lo primero que te preguntes porque verdaderamente este pueblo muy pequeño, de apenas 1 kilómetro cuadrado, desafía las leyes de la gravedad. El pueblo está asentado en un riscal basáltico, a más de 50 metros de altura, formando parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha.




9. Rupit i Pruit. (Barcelona).

Este pueblo (que hasta 1977 eran dos, Rupit y Pruit) es una explosión de contrastes: los de la pizarra con la que están hechas sus casas con los de las flores que adornan sus balcones. Otro prodigio de la ingeniería medieval ya que está asentado en un cerro, rodeado de bosque, y junto al Salt de Sallent, un salto de agua de 90 metros de altura.




10. Prades (Tarragona).

Ideal para los que no quieran calor pero tampoco deseen una excursión a la montaña. A casi 1.000 metros de altura, Prades disfruta de un clima atlántico en uno de los mejores parajes de la provincia. Ermitas, iglesias y murallas adornan esta población medieval.